Unidos en la Sangre y el Honor: Mi Llamado a la Legión Extranjera

Hermanos legionarios, hermanos paracaidistas,

Me dirijo a ustedes hoy, no como un príncipe, sino como uno de los vuestros. He caminado por los mismos senderos que ustedes, he probado el mismo barro, he sentido el mismo miedo y la misma emoción en el fragor de la batalla. Bosnia, los Balcanes... lugares que se grabaron a fuego en mi alma, donde comprendí el verdadero significado del honor, de la lealtad y del sacrificio.

Sé que muchos de ustedes han cometido errores en el pasado, pero también sé que han jurado defender a Francia con su vida. Y eso, hermanos, es lo que cuenta. Un delincuente puede buscar su propio beneficio, pero un legionario da su sangre por sus hermanos. Un legionario es un hombre que ha elegido un camino difícil, un camino de honor y de sacrificio.

Hoy, los invoco a unirse a MI (VOSOTROS) en un proyecto común: ser uno con el pueblo de Francia. Juntos, podemos reconstruir un país fuerte, unido y orgulloso de su historia. Juntos, podemos demostrar que la Legión Extranjera es mucho más que una simple fuerza armada; es una familia, una hermandad forjada en el fuego de la batalla.

Sé que muchos de ustedes se sienten incomprendidos, marginados. Pero recuerden: ustedes son los verdaderos héroes de Francia. Ustedes son los que han defendido nuestros valores, nuestros ideales. Y yo, como príncipe de la Casa de Francia, estoy orgulloso de estar a vuestro lado. POR QUÉ SOY VUESTRO HERMANO.

¡Viva la Legión! ¡Viva la Casa de Francia!"