El Monasterio de Comana, situado en la aldea del mismo nombre, en Valaquia, fue fundado por Vlad Tepes en el año 1.461, como un monasterio fortaleza. Pero fue totalmente destruido a final del S XVI. El Monasterio era una isla, y el acceso al recinto se hacía solamente por una puerta en el distrito norte, al pasar un puente de madera, que fue incendiado en el momento de la invasión turca. El rio Câlniştea envuelve magicamente el hermoso recinto.
En el año 1.588, el monasterio fue reconstruído por el Jefe Radu Serban, utilizando las paredes del antiguo monasterio, en la entrada encima del icono patrón San Nicolás, se hizo retratar como junto a su esposa Elina. En 1.609 después de que el se convirtió en Rey, se volvió a pintar con los atributos reales. En 1.700 su nieto Canatacuzino Serban, menciona el sitio como una de las pimeras construcciones reales.
Radu Serban muere en 1.620 en Viena, dónde se encuentra refugiado en el exilio, y fue enterrado en la Iglesia de San Esteban.
A través de estos funerales pone de manifiesto las sucesivas construcciones del Monasterio Comana Cantacuzinilor cuenta de su rama de Draghi, la iglesia, la Real Fundación, convirtiéndose en un lugar de su entierro. Poco después de su entierro Draghici y su hijo Constantin, serán enterrados en Comana.
En agosto de 1709 muere Serban y, es enterrado en Comana. La tumba real de Serban Cantacuzino no se conoce, ya que fueron destruídas por monjes griegos una vez estos tomaron el monasterio en el año 1854 .
Bucarest, Rumania, 27 de octubre de 2008 - El pasado 26 de octubre, día de San Dimitri, el Príncipe de Borbón-Conti fue recibido oficialmente en el histórico Monasterio de Comana por Su Paternidad Constantin Profir, Secretario General del Departamento Jurídico del Patriarcado de Bucarest y toda Rumanía.
La visita, cargada de simbolismo y emotividad, tuvo lugar en un monasterio de gran significado para la Casa de Borbón-Conti, ya que sus antepasados, incluyendo a Vlad Tepes y la familia Cantacucino, estuvieron estrechamente vinculados a su historia.
El Príncipe fue recibido con todos los honores por el Patriarcado, y se celebró una Santa Misa según el rito ortodoxo en conmemoración de la ocasión. La ceremonia religiosa resaltó la profunda conexión del Príncipe con sus raíces rumanas y su respeto por la tradición ortodoxa.
La visita del Príncipe de Borbón-Conti al Monasterio de Comana representa un hito en las relaciones entre la Casa Real y el Patriarcado de Rumanía. Ambas instituciones comparten un compromiso con la preservación del patrimonio cultural y espiritual, así como con la promoción de valores como la paz, la justicia y la solidaridad.